Este viernes 31 de Julio de 2009 madrugamos un poco más de lo habitual para afrontar el azaroso camino hacia Brasov. Brasov se sitúa al Suroeste de la región histórica de Transilvania, en el centro del país, a unos 166 kilómetros de Bucarest y por tanto a más de 400Kms de Constanza, en el punto donde la Depresión de Brasov, el gran valle sobre el que se asienta la ciudad, da acceso al propio corazón de Los Cárpatos.
Emprendimos el viaje de ida por la autopista hasta Bucarest, para desde allí culminar por carretera nacional los últimos 140 kms. Aunque estábamos avisados de que los 400kms se hacían largos y dificultosos no podíamos imaginar que nos iban a llevar más de 7 horas y media.
El intenso tráfico y las retenciones en la circunvalación de Bucarest fue en buena parte responsable de tanto retraso, así pues, aunque habíamos salido poco más tarde de las 9:00h, tras 5 horas de viaje no habíamos llegado a cubrir ni siquiera 300 kms de distancia, por lo que siendo ya las 14:00h, vimos que se trataba del momento adecuado para parar a descansar y comer en un bonito bar de carretera donde pudimos degustar unas sopas y filetes típicos del país.
Los restantes kilómetros se hacen un poco menos pesados dado que empezamos a adentrarnos por las primeras estribaciones de Los Cárpatos, pudiendo disfrutar así de una bonita travesía por carretera por este impresionante enclave natural.
Antes de llegar a Brasov atravesamos dos localidades muy bonitas y singulares, Sinaia y Busteni, con interesante oferta hotelera y de servicios asociados a deportes de invierno.
En esta zona de Rumanía se hace patente que el nivel de renta de sus habitantes es perceptiblemente superior al de otras zonas del país; los edificios resultan más lustrosos y se percibe que son reformados, renovados o mantenidos mucho más frecuentemente. No obstante, también abunda la venta ambulante en carretera, aunque en esta ocasión de frutas del bosque (mora, frambuesas).
La intensa afluencia de turistas en fin de semana también nos generó retrasos importantes atravesando los pueblos precedentes a Brasov, aunque pasando Rasnov, el valle se abre y se agiliza notablemente la circulación. Finalmente llegamos a Brasov pasadas las 17:00h.
Brasov es una fascinante y pintoresca ciudad medieval levantada sobre un primigenio asentamiento fundado por la Órden de los Caballeros Teutones en el año 1211, a los pies del Monte Postavaru.
La ciudad mantiene a día de hoy su atmósfera y carácter medieval, con un casco histórico de exquisita y singular belleza, dentro de un recinto amurallado jalonado de edificios donde alternan los estilos gótico, barroco y renacentista.
La ciudad es absolutamente maravillosa, resultando especialmente bella la Plaza del Consejo (Piaţa Sfatului), centro neurálgico de la ciudad.
Desde la plaza se puede disfrutar de una bonita vista a las montañas colindantes, a cuya cima se puede acceder en teleférico, muy cerca de cuya base en la cumbre cuelga un letrero con el nombre de la ciudad “BRASOV” que preside todas las vistas de la ciudad, y que resulta especialmente bonito iluminado por las noches.
Especialmente interesante es también la llamada Iglesia Negra (s. XIV), el mayor monumento religioso en estilo gótico del país y del Sudeste de Europa.
Tras un bonito paseo por el centro histórico de la ciudad, buscamos un alojamiento para pasar la noche, en este caso en el Hotel Capitol, un edificio de marcados tintes de la época comunista.
Con el techo cubierto ya en Brasov, no dudamos en terminar el resto de la tarde/noche paseando y disfrutando de las numerosísimas terrazas y restaurantes que se disponen por las calles del centro de la ciudad.
El festín gastronómico de este día vino dado por una cena a base del famoso Sarmale, unos rollitos de hoja de col rellenos con carne picada, acompañados de polenta, una peculiar pasta de maiz que sirve como guarnición en múltiples platos de la gastronomía rumana.
Para más información:
http://es.wikipedia.org/wiki/Bra%C5%9Fov_(ciudad)
http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_Negra
1 comentario:
Hola!
Me está sirviendo mucho tu blog, yo me voy en el puente para allá.
Un beso
Publicar un comentario