El Jefe, al regresar, una vez enterado de lo acaecido, decidió ajusticiar a ambos bandoleros, aún estando uno ya muerto, despeñándolos por un cancho de altas paredes rocosas, como así era usanza y costumbre de administrar justicia sumarísima. Ordenó al bandolero vivo que acarreara el cadáver del compañero hasta estos riscos, y una vez despeñado, el jefe se dispuso a ejecutarle propinándole un fuerte empujón desde el borde del precipicio. Pero en el momento de caer, el ajusticiado agarró a su jefe de la pierna causando finalmente que ambos cayeran al vacío.
Collado del Cabrón
Así pues tras tomar un café y un donuts en el bar cercano al parking, nos pusimos en marcha y cruzamos la famosa pasarela sobre el río Manzanares para ir a buscar inmediatamente el PR-M1. A estas horas ya numerosos excursionistas iniciaban sus correspondientes rutas, y al llegar al Collado del Cabrón concurrían aquí varios grupos que recuperaban fuertas antes de continuar la marcha.
En esta encrucijada de caminos, se puede disfrutar de una bonita vista hacia el Collado de la Dehesilla, con su contundente y pronunciada forma de "V" fracturando en dos mitades La Pedriza, dividiéndola así en la Pedriza Anterior y Pedriza Posterior.
Tomamos la senda que parte hacia el sur y que nos dejará tras algo menos de 400 mts en las inmediaciones del Cancho de los Muertos. Tras los primeros pasos por esta senda pronto aparecen a nuestra vista los altos riscos de la composición que nos marcan la referencia de aproximación.
A pesar del constante trasiego de gente resulta muy fácil poder disfrutar de la presencia de numerosa fauna en esta zona, donde podremos observar cabras montesas de espectacular cornamenta encaramadas en los más altos riscos. La especie autóctona se extinguió a finales del s.XIX o comienzos del s.XX, como así lo constató un naturalista que casualmente se llamaba Cabrera, en 1911. Los ejemplares que podemos encontrar aquí corresponden a una repoblación que se llevó a cabo entre 1990 y 1992, cuando se trajeron unos 50 ejemplares procedentes de la Sierra de Gredos (Ávila) y del Valle de las Batuecas (Salamanca).
Al cabo de unos 300 metros de marcha desde el Collado del Cabrón, encontraremos un hito en la senda señalizándonos el desvío hacia la zona del Cancho de Los Muertos. A partir de aquí siguiendo en la dirección señalizada encontramos un tramo azaroso en el que hay pasos donde tendremos que valernos de manos y piernas para superarlos. Estamos ya inmersos en una zona de altas paredes y espectaculares grietas, dentro de las entrañas del Cancho de Los Muertos.
Si nos abrimos un poco a una zona despejada, podremos disfrutar de extraordinarias vistas, hacia el Este, domina la perspectiva el Collado de la Dehesilla marcando el profundo valle de los Arroyos de La Dehesilla y La Majadilla, que separa los dos macizos pétreos, el anterior y posterior de La Pedriza.
Y al abrirnos hacia el Oeste, disfrutamos con la vista de la Maliciosa y la Sierra de los Porrones, así como las cumbres nevadas de La Cuerda Larga, donde espectacularmente resaltaban las Cabezas del Hierro.
Vista hacia La Maliciosa y Cuerda LargaNo dejamos pasar la oportunidad de haber visitado el Cancho de los Muertos para activar un geocache con el que dar a conocer un poco más si cabe esta bonita zona:
Para regresar, en lugar de retomar la senda y continuar hacia el Sur en busca del PR-M1, tal y como recomienda el itinerario clásico, con el fin de alargar un poco más el paseo retrocedimos hasta el Collado del Cabrón, y tomamos la senda que desde aquí parte hacia el Oeste, bajando en zig-zag por el frondoso pinar, hasta salir al PR-M2, que ya nos dejará en Canto Cochino acompañando el cauce de bajada del Arroyo de las Majadillas.
Ficha técnica de la ruta y descarga de track en Wikiloc:
http://www.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=85066
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