No quisimos dejar pasar la oportunidad que nos brindaba nuestras vacaciones en Eslovenia para visitar Croacia, y para ello elegimos como destino la cercana ciudad de Porec, a unos 50kms de Portoroz. Se trata de la ciudad croata más visitada de la Península de Istria, y la que tiene un mayor número de infraestructuras turísticas, si bien cabe destacar que el salto cualitativo que se observa, y generalmente hablando, el nivel de riqueza de Croacia, es apreciablemente inferior al que hemos percibido en Eslovenia.
El corto viaje entre Portoroz y Porec nos propicia atravesar parajes extraordinariamente interesantes, como las Salinas de Secovlje, grandísimas en extensión, y declaradas como Parque Natural en el año 2003, aquí se sigue manteniendo el proceso tradicional de extracción de la sal, desde hace más de 700 años.
También sorprende la intensa proliferación del viñedo en esta zona, tanto en territorio Esloveno como en el Croata, no en vano la península de Istria es la mayor productora de caldos de toda Croacia. La idoneidad de esta tierra para el cultivo de la vid ya fue descubierta y consecuentemente explotada por los Romanos, siendo la variedad Malvasía quizás la de producción más común en la actualidad, se trata de un vino blanco muy ligero y adecuado que tuvimos ocasión de degustar en varias ocasiones durante nuestra estancia en Eslovenia.
Dado que Croacia no forma parte de la UE, y la inercia que todavía queda patente de las tensiones producidas por los conflictos en la zona en un pasado reciente, el paso fronterizo entre Eslovenia y Croacia requiere de un doble control de identidad (Pasaporte o DNI) en ambos extremos, algo que ralentiza un poco el viaje, y que nos hace reflexionar sobre las ventajas de la pertenencia a la Unión en general, y de la flexibilidad de paso de personas entre los países miembros en particular.
A medida que nos adentramos en territorio Croata, sorprende gratamente el paisaje que se admira por su gran similitud a los parajes más típicos de España, tanto mediterráneos como interiores, con una orografía y vegetación que se nos manifiesta muy familiar.
Llegamos a Porec en torno a las 12:45h de este Domingo, 3 de Agosto del 2008, y una vez allí aparcamos en el gran parking (de pago) que encontramos en la misma entrada a la localidad. Tras cambiar algunos Euros por Kunas croatas, nos dirigimos hacia el centro de la ciudad para iniciar nuestra visita.
La calle Decumanus es la arteria principal de la localidad, y toda ella está flanqueada por edificios románicos y góticos, en su mayoría convertidos en cafés y boutiques. Algunas de sus fachadas y balcones datan de los siglos XIII a XIX. Sorprende también el bonito adoquinado de las calles, con grandes bloques de piedra blanca.
Existen numerosos restaurantes dispersos entre las calles de la localidad, cuyos empleados y propietarios no dudan en reclamar la atención del visitante para ofrecerle algún tipo de ventaja. Algo que sorprende es que casi todos los comerciantes de la zona hablan Castellano o al menos se defienden en nuestro idioma, y que estos rápidamente nos identifican como españoles, y no como italianos, como nos ocurría en Eslovenia.
Un breve paseo por la ciudad inmediatamente te descubre los numerosos vestigios de culturas ancestrales, como la romana o la bizantina, que desarrollaron con intensidad la zona.
Paramos a comer en un restaurante cercano a la zona portuaria, donde degustamos algunas variedades de pescado fresco, y donde también pudimos apreciar algunos indicios de las tensiones vividas en el país en tiempos recientes.
Proseguimos la marcha y nos paramos a visitar ahora el Complejo Episcopal de la Basílica Eufrasiana del centro de Porec, declara Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Este conjunto está formado por la basílica, el atrio, el baptisterio y el palacio episcopal, elementos en los que hay importantes muestras del periodo bizantino.
En la basílica de Porec se pueden encontrar mosaicos del s.V y otros elementos pictóricos del s.VI.
En opinión de la UNESCO se trata de un notable ejemplo de la arquitectura del cristianismo temprano, establecido aquí desde el s. IV. Incendios, guerras y desastres naturales han obligado a realizar diversas reconstrucciones, aunque el conjunto mantiene intacta su esencia primigenia.
Y con la visita a este conjunto nos dimos por satisfechos con nuestra visita a Porec, y regresamos a Portoroz para descansar y relajarnos en las instalaciones del Terme and Wellness Palace, del Hotel Palace Portoroz, donde disfrutamos de una tarde en el Spa a base de baños termales y todo tipo de relajantes divertimentos acuáticos.
Después, un bonito paseo al anochecer por la zona de playa, con alguna reposada cerveza en el chiringuito habitual, a modo de despedida de tan excepcional viaje.
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