Como bien la definió el insigne historiador y etnógrafo Jose María Jimeno Jurío, "La Ciudad de Tafalla y su término municipal ocupan el borde meridional de la Navarra Media central. Su característica más acusada es la de ser cruceta vial, encrucijada geográfica, climática y cultural; lugar de paso o de encuentro de lo meridional mediterráneo y lo septentrional atlántico, del 'Saltus Vasconum' boscoso y el 'Ager' del cereal, la viña y el olivo."
Merece la pena parar en Tafalla para admirar algunos de sus más destacados monumentos, como La Plaza de Navarra, sus Casas Palaciegas; La Casa de Los Mencos, Palacio de los Marqueses de Falces o El Palacio del Marqués de Feria.
También es interesante visitar los restos de la Muralla, el cercano Convento de las Concepcionistas Recoletas (s.XVII) y las Iglesias de Santa María (s.XIII) y de San Pedro (s.XII).
Continuamos nuestra ruta haciendo parada en Olite, considerada como una ciudad emblemática en Navarra por su arraigada tradición vinícola y la calidad de sus caldos.
En Olite no podemos perder la ocasión de visitar el Castillo Palacio Real de Olite, obra cumbre del Rey de Navarra Carlos III "El Noble" (s. XIV y XV).
La creatividad constructiva y la ingente inversión destinada por la corona a esta obra consiguieron levantar uno de los más espléndidos Palacios Reales construidos en la Europa de su época.
El Palacio es un complejo conjunto irregular de torres, estancias, galerías, jardines y patios que le confieren un aspecto anárquico y una singular silueta que sobresale sobre el caserío de la ciudad, pero que se acopla al resto del entorno urbano de una manera mágica, casi natural. Independientemente de esta heterogénea composición, su aspecto exterior es majestuoso.
A pesar de haber quedado reducido prácticamente a ruina con el paso de los siglos, la reconstrucción llevada a cabo desde 1937 le ha devuelto en nuestros días buena parte de su esplendor original.
Nos dirigiremos ahora a la localidad de Sangüesa, enclave estratégico sito en plena lucha entre las influencia cantábrico-pirenaica y mediterránea, fue un emplazamiento fundamental en el s.X para asegurar la defensa contra los musulmanes, y por su peculiar ubicación geográfica, también encrucijada de caminos importante de gran importancia en la Ruta Jacobea.
En una visita rápida a la ciudad descubriremos numerosos palacetes y casonas señoriales, como el Palacete Renacentista de la Casa Consistorial, entre otros.
También es destacable la arquitectura religiosa, como la interesantísima Iglesia Románica de Santa María La Real (s.XII), El Convento de San Francisco de Asís (s.XIII), o la Iglesia de Santiago el Mayor (s. XII-XIV).
Finalizaremos la ruta propuesta para esta jornada dirigiéndonos hacia la localidad de Lumbier para deleitarnos con un espectáculo por el singular paraje natural de La Foz de Lumbier.
La Foz de Lumbier es una profunda y estrecha garganta de algo más de un kilómetro de longitud abierta por el efecto erosivo del río Irati con el paso de los milenios. La recorre en toda su longitud una pista, vestigio del desmantelado ferrocarril "El Irati", por lo que podremos pasear por esta pista inmersos en el interior de la Foz, disfrutando de los singulares paisajes que nos deparará su visita.
Para más información:
http://www.tafalla.es
http://www.olite.es
http://www.sanguesa.es
http://www.lumbier.es
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