A pesar del falso reclamo de tratarse del hayedo más meridional de Europa, éste de Montejo de La Sierra sigue atrayendo a centenares de visitantes cada fin de semana, especialmente en época otoñal.
Faltaban algo más de cinco minutos para las ocho de la mañana de éste Sábado 17 de Noviembre de 2007, y más de seis grados de temperatura para alcanzar los 0ºC; cuando Luis y yo llegábamos al "Centro de Recursos de Montaña" de Montejo de la Sierra, que a su vez es la oficina de información turística de la Mancomunidad de la Sierra del Rincón, haciendo la cuarta posición de la cola para solicitar el preceptivo permiso de entrada al singular paraje.
Quedaba todavía más de media hora hasta que abrieran los establecimientos hosteleros de la localidad según nos informó algún paisano, y más de hora y media para que abriese el Centro de información turística, por lo que rápidamente comprendimos que la paciencia y la calefacción del coche iban a ser nuestros mejores aliados para afrontar aquella gélida mañana.
No tardaron mucho en llegar David y Raquel, ni mucho más Juan Félix, Pili y Sonia, por lo cual ya alcanzamos cierto "quorum" para afrontar la segunda tentativa de conseguir un café caliente, que finalmente nos sirvieron en el restaurante "La Hontanilla", que empezaba a abrir coincidiendo con la incidencia de los primeros rayos de sol sobre el pueblo, hecho que ayudó a subir sustancialmente la temperatura y hacerla más agradable, a pesar de seguir siendo fría.
Unos minutos antes de las 9:30h, completábamos el grupo de doce personas que visitaríamos hoy el hayedo, y así, sin mayor dilación, tras conseguir el permiso de visita para el grupo, nos encaminamos hacia la entrada del hayedo, situado unos cuantos kms más adelante del pueblo, poco después de coronar el Puerto de Cardoso, en el mismo limite territorial con la provincia de Guadalajara.
El hayedo se ubica en la ladera de más umbría de la Sierra del Rincón, en la vertiente madrileña, encajonado en el profundo valle que forma aquí el río Jarama, cerca de su nacimiento, en el Pico de las Tres Provincias. Proliferan las hayas desde la misma ribera del río hasta la media altura de la sierra, donde ya se va dando paso principalmente al roble (que se va salpicando con las hayas) y después a especies de repoblación (pino silvestre) en las alturas máximas, aunque, en terminos generales, la riqueza floral y arborea del entorno es mucho más variada y extensa.
Puntualmente, a las 10:00h, llegó el personal a cargo de las visitas guiadas por el hayedo, que amablemente nos acompañó por la llamada "Senda del Rio", la de menor dificultad que ofrece el entorno, por ser eminentemente llana, pero quizás, según nos indicaron, la más representativa y bella para aquellos que visitan por primera vez el hayedo.
La senda discurre remontando el Jarama por su margen derecha. Aunque ya estaba bien entrado el día, aún se conservaban gruesas placas de hielo en la superficie del río, lo cual puede hacer una idea de la intensidad de la helada caída durante la madrugada anterior.
El paseo se hace corto y ameno gracias a las interesantes explicaciones del guía, que cada pocos metros efectúa una parada junto a algún árbol singular para dar las pertinentes explicaciones sobre la fauna, flora y geología del entorno. Pudimos observar algunas aves, como el Carbonero o el Trepador Azul. También algunos de los interesantes árboles singulares que se encuentran en este bosque, como un roble centenario que murió con 350 años de edad, un saludable y hermoso acebo ribereño del Jarama, o una haya que lucha por mantenerse en pie incrustando sus promimentes raíces en la roca, quizás compuesta de estos "esquistos micáceos" que en buena parte configuran la geología de estas montañas. Esta senda acaba junto a un pequeño grupo de bonito álamos temblones, donde el guía nos dio carta blanca para regresar a nuestro aire.
Como el paseo había sabido a poco y todavía era temprano, una vez fuera del hayedo y tras un ligero almuerzo decidimos seguir dando un paseo, esta vez por el cercano sendero de Gran Recorrido, GR-88, que comienza en la localidad de La Hiruela y finaliza bien adentro de las tierras Segovianas. Tomamos dicho sendero unos metros más adelante del hayedo, por la carretera, entrando desde la vertiente guadalajareña, siguiendo el Jarama por su margen izquierda pero esta vez a mayor cota, por lo que pudimos disfrutar de unas bonitas vistas del valle y del propio hayedo desde la ladera opuesta. Satisfechas nuestras ganas de caminar, finalizamos la jornada dando buena cuenta de dos cabritos hábilmente asados en el indudablemente bien afamado restaurante de la localidad de Valdemanco, "El Cerrillo".
3 comentarios:
Hola, Juande! Soy Sonia. La verdad es que la excursión al hayedo mereció la pena,y aunque me hubiera gustado que la ruta durara algo más, no me importaría volver al lugar, quizá un poco antes de la caída de las hojas o en época estival, ya que disfrutaríamos de un microclima, con Tªmáx. de 24º, según nos explicó el guía. Nos vemos. Sonia.
hola juande estamos raquel y yo leyendo tu blog mas detenidamente, desde aqui te mandamos nuestra mas sincera enhorabuena por tu blog.
raquel y david
Y para continuar con la familia...
Soy Sara, la "prima de".
En primer lugar, felicitarte por el blog, pasare por aqui de vez en cuando para leer tus post. Es interesante leer este tipo de experiencias y tomar nota.
Me han gustado tus comentarios sobre Montejo -claro, por razones obvias-. Pienso, como Sonia, que fue un poco breve. Por cierto, las fotos son preciosas.
Lo dicho, que disfrutes mucho viajando y despues, compartiendolo aqui.
Chao.
PD.Siento que no aparezcan tildes, tengo un problemilla que espero subsanar cuanto antes.
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