La Jornada de Geocaching finalmente no defraudó...

Allí estábamos, el Sábado 22 de Septiembre puntualmente a las 10:30h en el parking público de la pequeña localidad de Ura, enmarcada en el espectacular cañón del Río Mataviejas. La presencia de un inconfundible Suzuki Vitara blanco con ruedas M/T nos hizo pensar en la presencia de Jesús (Churro) en la zona, y aunque se nos antojaba una casualidad muy remota, Fernando (Ratone) estaba convencido de ello.

Enfilamos el bonito paseo por el cañón y en la proximidades del cache, en la lejanía pudimos distinguir el inconfundible sombrero de Churro, acompañado por Pitu. Una gran casualidad que no hace sino recordarnos que el mundo es un pañuelo. Así pues, a las 11:00h en punto caía el primero de la jornada. De regreso al parking nos sorprendió la gran cantidad de Buitres asomados al cañón desde lo alto de los cortados, pudimos apreciar no menos de 12 parejas. Aprovechamos para comprar en la localidad unas esquisitas hogazas de pan en previsión del almuerzo.

Proseguimos nuestra marcha hacia el conjunto monumental del Monasterio de San Pedro De Arlanza, parando primero en la localidad de Covarrubias para buscarle un poco de contenido a las hogazas. La verdad es que este conjunto histórico es uno de esos lugares que no dejan indiferente a nadie. El enclave del Monasterio, y especialmente la ubicación de la ancestral Ermita de San Pelayo, prácticamente colgada de una peña, como equilibrándose para no caer al valle, dan una vista sobrecogedora y espectacular, a pesar del estado ruinoso en que se encuentran.

Tras la detenida visita al conjunto, Stefan (Seekmuch) y Jesús se ocuparon de resolver las últimas incognitas que nos llevarían a la consecución del segundo del día, a eso de las 12:50h. Aqui dividimos nuestras rutas, Fernando, Stefan, María y yo proseguimos con nuestro plan previsto, mientras Churro y Pitu prosiguieron con el suyo.

Serían las 14:10h cuando llegamos a la Ermita de la Virgen del Sol, en la localidad de Carazo, tras un breve pero bonito paseo off-road, y alguna vuelta más de la debida hasta que dimos con el camino correcto. Así pues, partimos a pie desde la ermita con la intención the visitar primero el cache "Las Lágrimas de Rebeca", afrontando una ascensión de 450 mts de distancia venciendo un desnivel de 200 mts (45% de desnivel medio), que se convirtió en un pequeño infierno.

La dificultad del terreno (grava suelta muy resbaladiza) y la mala recepción GPS en en entorno tan cerrado, hizo que nos escorásemos demasiado hacia el NW, por lo cual decidimos coronar la mesa para dirigirnos primero al cache de "Peña Carazo". Una vez en el sitio, Fernando no tuvo ninguna dificultad para encontrarlo, a eso de las 15:30, sin GPS, como ya nos tiene acostumbrados. Encontramos dentro del cache una lata fresquita de cerveza con limón que no tuvimos ningún pudor en dar buena cuenta de ella... ¡y nos supo a gloria!.

Tras visitar Peña Carazo y reponer fuerzas de la dura subido, efectuamos el descenso intentando visitar al paso "Las Lágrimas de Rebeca". Viendo desde arriba la trayectoria de subida que seguimos, se hace muy difícil pensar que alguien sea capaz de subir por allí.

Respecto al descenso y aproximación al cache, hay que decir que el terreno es muy difícil y peligroso, y nos llevamos más de dos sustos. No obstante el lugar del cache es espectacular, y merece mucho la pena su visita. Dimos con el cache a las 16:50h.

De camino al cache de "Pico de la Nava", nos cayó un tromba de agua tremenda que nos hizo abortar cualquier intento de acceder al cache, más aún viendo in-situ el emplazamiento, en lo alto de otro cerro, muy inaccesible.

Era totalmente inviable intentarlo, tanto por la situación meteorológica, como por el tiempo, que ya empezaba a echarse encima. Así pues, pusimos rumbo al Cañón del Río Lobos para resolver la X-Distancia de nuestro amigo Gonzalo (Alamostrail).

Qué decir de la Ermita de San Bartolomé de Ucero... pues que probablemente sea uno de los sitios más impresionantes y vibrantes en los que personalmente haya podido estar. El Cañón del Río Lobos estaba especialmente bonito esta tarde, y las brumas justo a los cortados daban un carácter mágico a todo el entorno.

Visitamos brevemente la Ermita y la cueva, y nos dirigimos a la posición del cache, puesto que Seekmuch ya tenía muy avanzada la resolución de las cuestiones planteadas. Efectivamente creo que donde está emplazado va a ser muy difícil dotar de mejor precisión las coordenadas, pero de todas formas el uso de la foto spoiler es definitivo para su localización. Y así finalizó una intensa y apasionante jornada de Geocaching en compañía de Seekmuch, Ratone, María, y parcialmente con Churro y Pitu, a quienes encontramos casualmente por la mañana.