domingo, 23 de septiembre de 2012

Visitando Burgos

Burgos es una ciudad amable, acogedora, fácil; que envuelve al visitante en un particular encanto de calles amplias, limpias, monumentales; llenas de gente apacible, educada, agradable y hospitalaria, que sabe degustar la vida saboreando sosegadamente cada momento; gente que entiende, se adapta e incluso modula cada ambiente, y se mimetiza en cada lugar.



 La visita a la ciudad nos descubrirá numerosos rincones y zonas monumentales de extraordinario interés, si bien aquí señalaré los tres puntos más emblemáticos que no se deben escapar en nuestra visita.



Si queremos dar un paseo por la ciudad, quizás sea el Paseo del Espolón el más representativo de Burgos. Se desarrolla siguiendo la orilla del río Arlanzón, y consta de una paseo ajardinado que va desde la plaza del teatro al Arco de Santa María .



A lo largo del paseo hay diferentes elementos del interés: La mítica escultura de la castañera, el edificio de la Diputación, el Teatro Principal, la parte posterior del Ayuntamiento, un templete de música con pinturas en el techo, una fuente ornamental y diversas esculturas de reyes procedentes del madrileño Palacio Real.



Este lugar se ha convertido en punto de encuentro para los burgaleses, y en él tienen lugar verbenas y espectáculos, especialmente durante las fiestas de la ciudad; al igual que carreras populares, desfiles, conciertos; y por supuesto, también podremos encontrar un buen número de terrazas, bares y restaurantes.



La visita a la Catedral de Burgos es sin duda otra de las experiencias imprescindibles que podemos disfrutar durante nuestra estancia en la ciudad. Se trata de uno de los monumentos de arte gótico más bellos del mundo, proclamado Patrimonio de la Humanidad desde 1984.



Iniciaron su construcción, en el año 1221, el rey Fernando III el Santo y el Obispo Don Mauricio, y fue consagrada en 1260. Después fue ampliada y embellecida con un grandioso claustro y numerosas capillas, entre las que destacan la de los Condestables (s.XV) y la de Santa Tecla (s. XVIII), así como las esbeltas agujas de la fachada principal (s. XV) y el espléndido cimborrio del crucero (S. XVI).



Otra peculiaridad de la Catedral es que en ella reposan los restos de D. Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, cuyo sepulcro ocupa un lugar privilegiado junto al coro del templo.



Caminar por sus pasillos, capillas y claustros, nos dejará una sensación serena, sobrecogedora y de profunda admiración a la solemnidad de un arte gótico en purísimo estado.



Otro de los platos fuertes a visitar en la ciudad es el Castillo de Burgos. Fue lugar estratégico y una de las edificaciones más importantes  en la historia medieval de la ciudad de Burgos. El castillo se erige durante el reinado de Alfonso III, en el 884, coincidiendo con la fundación de la ciudad. Se halla en el cerro de San Miguel, lugar que fue elegido seguramente por ser un promontorio desde el que se divisa el resto de la ciudad y la llanura del río Arlanzón.



Para más información:

http://burgospedia1.wordpress.com/2010/10/17/el-castillo-de-burgos/
http://www.catedraldeburgos.es/
http://en.wikipedia.org/wiki/Burgos

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