domingo, 16 de marzo de 2008

De ruta por la Sierra Pobre y Guadalajara.

Existe una extensa región en el interior de España que desde la Sierra Norte o Sierra Pobre de Madrid extiende hasta Teruel pasando por territorios Sorianos y Guadalajareños, que inquieta por varios motivos: su escasa densidad de población, la austera y conmovedora belleza de sus recónditos parajes, y la multitud de tesoros naturales y culturales que nos brinda; ocultos, en silencio, como si el reloj universal del tiempo se hubiese detenido aquí desde hace varios siglos, o incluso milenios, y sin que a nadie le haya importado.

Hoy hemos disfrutado de una inolvidable jornada preparada por Rafa (R_Omega) para los amigos de foroware.com, cubriendo una interesantísima ruta mixta entre carretera y 4x4 desde las inmediaciones de la localidad madrileña de Patones hasta la pequeña población de Retiendas, en Guadalajara, pasando por El Embalse del Vado y Tamajón, todo ello aderezado por la búsqueda de algunos geocaches en ruta.

El punto de encuentro era Fuente el Saz del Jarama, a las 9:00h en punto de la mañana. Llegué con 15 minutos de antelación por lo que pude aparcar y terminar de preparar con tranquilidad los waypoints y la cartografía que llevaba en la PDA. También fue muy puntual Pepe (ppcampillo), por lo que intentamos localizar sin éxito una cafetería abierta para hacer un desayuno rápido, visto lo cual regresamos rápidamente al punto de encuentro, cerca de la iglesia de la localidad.
Pronto llegaron, casi al mismo tiempo, Antonio y Noemí (Cherokee y Nahane) en su moto, Noelia y Juanma, Rafa (R_Omega) también moto y Marga, su mujer, a los mandos de un Land Cruiser, así como Román y María. Poco más tardaron en llegar Fernando (Ratone), Concha y el pequeño Pablo, y por último Rubén (Nebur). Una vez presentes todos los citados para la ocasión, nos reorganizamos por vehículos para formar un convoy compuesto exclusivamente por los vehículos todoterreno (tres vehículos) y dos motos y nos pusimos en marcha.

Mientras probábamos las comunicaciones PMR (Walkie en banda libre) consideramos que sería buena idea parar en Torrelaguna, tal y como nos había recomendado Rafa, para comprar una exquisitas magdalenas, o algún otro dulce dentro de la diversa variedad que nos ofrece la pastelería Casa Martín.

Tras la breve parada continuamos la marcha llegando rápidamente a la localidad de Patones de Abajo. Cruzamos lentamente la población para ir buscar un punto de aparcamiento situado unos kilómetros más adelante (N 40º53.082, W 003º27.262), muy cerca de la Cueva del Reguerillo, en un apartadero a mano derecha que sale tras coronar el pequeño cerrete situado tras superar la gran horquilla a izquierdas que hace aquí la carretera, para ir a buscar la población del Atazar.
Aquí comenzamos a dar un bonito paseo, no sin antes haber compartido algunas magdalenas con los compañeros moteros, que no habían parado por Torrelaguna. Nos dirigimos en primer lugar al cache, que aunque de nombre "Cueva del Reguerillo", en realidad se encuentra un poquito más alejado de la entrada a dicha gruta. Desde la zona del cache se dominaban unas espléndidas vistas al Embalse del Pontón de la Oliva, y a las abruptas paredes que a modo de colosal acantilado se alzan sobre el embalse.


A continuación nos dirigimos a la zona de la Sima de la Solana, teniendo especial precaución en la aproximación, ya que debíamos bajar unos metros por la pronunciada ladera sur de este cerro, con una pendiente descendente muy pronunciada. Esta sima es una de las numerosas cavidades que aquí pueden encontrarse. En este caso se trata de un pozo de unos 16 metros de profundidad con una boca de entrada realmente inquietante. Tras hacer unas fotos y entablar una agradable conversación disfrutando del agradable clima soleado que nos acompañaba, nos pusimos manos a la obra a localizar el cache, pudiendo dar con el mismo tras algunos minutos de búsqueda, y por fuerza bruta, ya que carecíamos de las coordenadas finales.
Tras las preceptivas firmas, Rafa tuvo la amabilidad de enseñarnos los yacimientos arqueológicos que aquí pueden encontrarse. Se trata de los restos de un Castro Celtíbero, donde podemos observar multitud de viviendas de planta cuadrada, algunas con espacios de enterramiento, y a unos metros del castro, también podemos encontrar los restos de una imponente edificación levantada aprovechando el resguardo de un cortado calizo del terreno, donde se conserva en buen estado el murete principal de la fachada y unas cuantas basas de columnas, por delante del murete, que debieron aprovecharse para cargar el techado de la edificación y formar así un amplio porche. Son, por tanto, unos vestigios muy recomendables de visitar. Acabamos la visita a la zona dirigiéndonos a la entrada de la famosa Cueva del Reguerillo, que actualmente tiene cerrados los accesos. Durante la aproximación a la cueva, Rafa me ayudó a despejar mis dudas sobre el funcionamiento del espectacular Sifón del Canal de Isabel II con sus visibles e impresionantes tubos, bajando por una ladera y subiendo por la opuesta, desplazando el agua hacia Madrid mediante el famoso principio de "vasos comunicantes". También nos acercamos a echar un vistazo a una de sus piscinas para satisfacer nuestra curiosidad sobre el funcionamiento de esta obra hidráulica.

Pusimos ahora rumbo hacia el Embalse del Vado, tomando la pista que sale en dirección al Pontón de la Oliva, haciendo una pequeña parada en un impresionante mirador sobre las colosales Paredes del Pontón de la Oliva, a las que también se les da el nombre de Muralla de Hércules. Bajo nuestros pies, una inquietante caída libre de varias decenas de metros. No en vano, esta zona es una de las más idóneas y preferentes en la Comunidad de Madrid para la práctica de escalada. Nos tomamos unos minutos para bajar con Rafa por un exiguo sendero hasta el camino que recorre la base de los cortados, pudiendo observar, efectivamente, las numerosas argollas y apoyos distribuidos por las paredes para facilitar la práctica de este tipo de deportes, y de hecho, pudimos percatarnos de la presencia de numerosos aficionados en la zona disfrutando de la actividad.

Tras la breve e interesante parada, nos dispusimos a cubrir el trayecto en 4x4 más largo de la jornada para dirigirnos a la Ermita de los Enebrales, cerca de Tamajón. Para ello, tomamos la pista de servicio del Canal, ancha y en buen estado, por la que circulamos con rapidez, pasando muy cerca pero sin llegar a entrar en las poblaciones de Alpedrete de la Sierra, Valdepeñas de la Sierra, Tortuero, Valdesotos, Puebla de Valles, y alcanzar finalmente la presa de El Vado. El paisaje fue cambiando paulatinamente, desde las zonas más abiertas y despejadas de las proximidades del Pontón de la Oliva, a los impresionantes y frondosos pinares que pudimos encontrar a medida que nos acercábamos a El Vado, con tramos de pista y carretera estrechos y zig-zagueantes, pero de gran belleza.

Tras atravesar la presa de El Vado y su bonito entorno natural, muy pronto llegamos a la Ermita de los Enebrales, en las inmediaciones de Tamajón. Una vez visitada la Ermita, y tomados los datos necesarios para la realización del cache "Tamajón", nos pusimos de camino al cache, tomando la pista que sale más o menos en frente de la ermita. Tras muy pocos metros de recorrido llegamos a una praderita muy despejada donde estacionamos los vehículos.

Estamos en la denominada "Pequeña Ciudad Encantada", por la diversidad de curiosas formaciones rocosas que aquí podemos encontrar, al estilo y semejanza de las existentes en la Ciudad Encantada conquense. Dimos un bonito paseo por este lugar hasta la ubicación del cache, visitando algunas grutas y cavidades, mientras algunos otros se encaramaban a altos riscos con el fin de tomar algunas fotos, desde abajo, y desde arriba, bonitas y espectaculares en todo caso.
Debían ser ya en torno a las 15:00h, por lo que vimos un buen momento para comer en la misma praderita donde habíamos aparcado los coches, en una zona de sombra muy fresca donde reposamos y charlamos durante un buen rato. Durante la comida, y por recomendación de Rafa, vimos con mucho interés la posibilidad de visitar la cercana Cueva del Chorrillo. Y así lo hicimos.
Así pues, tras reponer fuerzas, tomamos la carretera en dirección a Tamajón, saliéndonos por una pista que salía a mano izquierda, a medio camino entre la Ermita y la localidad. Esta pista gozaba de muy mal estado, con mucha roca, escalones, y pasos estrechos entre vegetación que llegaba a rallar los coches. Supuso un divertido trayecto para los 4x4, no así tanto para las motos, especialmente la de Antonio, que tuvo que cuidar muy mucho la integridad de sus bajos. Tomamos los frontales y toda la luminaria de la que disponíamos y nos adentramos con decisión en esta bonita gruta. Se llama Cueva del Chorrillo porque en tiempos de bonanza pluviométrica se forma una pequeña cascadita en su entrada, algo de lo que no pudimos disfrutar esta vez.

Una vez dentro, pronto nos dimos cuenta de sus respetables dimensiones, con grandes bóvedas y galerías que se desarrollan hacia el interior más y más. Pudimos observar numerosas poblaciones de murciélagos colgados de los techos de las bóvedas, a los que intentamos molestar lo mínimo posible. Al llegar a la parte final de la cueva encontramos zonas muy resbaladizas y cubiertas de arcilla, por lo que hubo de extremar las precauciones. En este punto pudimos disfrutar de algunas formaciones de estalactitas y estalagmitas espectaculares, y los más avezados, Román y Juanma, no dudaron en adentrarse por la última y muy exigua galería por la que tuvieron que pasar gateando. Mientras, el resto del grupo, pudimos disfrutar de unos inquietantes momentos de "silencio y oscuridad".
Finalizada la visita a la cueva, pusimos rumbo hacia el último destino del día, el Monasterio de Bonaval, en las inmediaciones de la localidad de Retiendas. Para ello podíamos efectuar la aproximación por carretera o cogiendo un pista desde Tamajón. Rafa nos advirtió que la pista era dura, pero como ya habíamos calentado motores con la aproximación a la cueva, no quisimos renunciar a la aventura. Efectivamente, la ruta empezaba por un tramo de pista arreglado pero rápidamente comenzó a estrecharse brindándonos tramos extremadamente pedregosos, con notables obstáculos, y con tupida vegetación, que llegaba a rayar el coche por ambos lados. Ratone no quiso dejar pasar la oportunidad de darnos una lección sobre cómo se suben y se bajan grandes pendientes.

Tras un tramo de algo más de un kilómetro de profundísimas roderas donde hubo que extremar las precauciones para no quedar encajados, llegamos al pueblo de Retiendas, donde nos reagrupamos, para tomar inmediatamente la pista que nos dejaría minutos después en el mismo Monasterio de Bonaval. Aparcamos y comenzamos el bonito paseo hasta la zona donde se encontraba el último cache del día.

Se trata éste de un paraje de gran belleza, en la ribera de Río Jarama. Aquí el río forma un espectacular cañón cuyas paredes se van haciendo más altas y abruptas a medida que avanzamos, siempre acompañando el curso del río. Este es un buen lugar para la observación de aves y otra fauna, no en vano es un lugar interesante para fines cinegéticos. Tras unos minutos de agradable paseo y mejor conversación, llegamos a la zona del cache, donde tras algún que otro despiste debido a la imprecisión de los GPS, dimos con el recipiente y procedimos a las respectivas firmas.
Ya de vuelta, nos salimos de la pista principal para dar un paseo por los amplios y llanos espacios de la ribera cercanos al monasterio, que en otro tiempo fueron tierras de labor trabajadas por los monjes.
Una vez llegamos de nuevo al monasterio, y ahora con más calma, tuvimos ocasión de visitar su interior, que si bien presenta un avanzado estado de ruina, esto no hace sino procurar una visita más inquietante y sobrecogedora. Y con tan brillante final de jornada, ya con la tarde bien echada encima, aprovechamos para esconder en las inmediaciones del monasterio un nuevo cache a modo de conmemoración de tan apasionante, entretenida e inolvidable jornada.

Terminamos así la tarde en Retiendas, relajadamente, compartiendo agradable charla y tomando unas cervezas y refrescos, acompañados por unas riquísimas tapas de queso y chorizo frito, y por supuesto, planeando... la siguiente.

Ficha técnica de la ruta y descarga de track en Wikiloc:


1 comentario:

Ruben dijo...

Como siempre, un comentario excelente que hace recordar paso a paso aquella magnífica jornada. Muchas gracias por el artículo!!