domingo, 10 de febrero de 2008

Vía Verde del Tajuña... cache a cache.

El Tren del Tajuña fue uno de esos proyectos románticos, empujados con más pasión y ambiciones por parte de sus emprendedores que por el rigor en su gestión económica y comercial. El gran fiasco del proyecto original nos ha deparado, un siglo más tarde, la recuperación de este trazado de ferrocarril en forma de vía verde, La Vía Verde del Tajuña, un itinerario que nos redescubre la llamada Comarca de las Vegas, al Sureste de Madrid, desde un punto de vista intenso y bello, mostrándonos sus parajes más salvajes, ocultos, cautivadores y desconocidos.

El Tren del Tajuña fue un proyecto ferroviario para hacer llegar el tren a Aragón desde la estación del Niño Jesus en Madrid. Sus primeros carriles, bajo la forma de tren minero, se tendieron en 1881 entre Madrid y unas canteras situadas en la zona de Vallecas. Del primitivo proyecto se pasó, en 1886, al más ambicioso de un ferrocarril de servicio universal entre la estación del Niño Jesús, situada junto a las tapias del Retiro madrileño, hasta la localidad de Arganda. Tendido en vía métrica, sus 28 kilómetros de vías, a pesar de las expectativas puestas en ellas por sus accionistas, resultaron un estrepitoso fracaso de gestión. La inyección de capital por parte de inversores belgas reactivaron el proyecto en 1901, pero de nuevo se cayó en la tentación de prolongar el trazado de la vía hasta Aragón, por una orografía complicada y con un tráfico de viajeros escaso, por lo que, de nuevo, la inviabilidad económica dejó el proyecto inacabado algunos años después. Estos tramos de vía muerta han sido recuperados en forma de vía verde, en la que el paseo a pie o en bicicleta se convierte en una auténtica delicia.

Este domingo hemos aprovechado un nutrido grupo de amigos de geocaching, Concha, Pablito, Fernando (Ratone), Ignacio Jr., Manuel, Ignacio (ITerMaI), Stefan (Seekmuch), Jorge, Jose, Raúl (vxon_kitt), Rubén (Nebur), Laura (Lareval) y yo, para visitar los tramos más representativos de esta vía verde, gracias al excepcional trabajo de documentación y de activación de los correspondientes caches por parte de Antonio y Noemi (Cherokee y Nahane).
Inicialmente quedamos a las 8:45h de este Domingo, 10 de Febrero de 2008 en la Calle Puerto de Cotos de Arganda, donde hicimos una breve reorganización óptima de personas y coches, y rápidamente partimos hacia nuestro primer destino, el cache situado en Campo Real.

Llegamos a la Plaza Mayor de Campo Real en numerosa comitiva poco después de las 9:00h en punto de la mañana, y sin mayores reparos, preocupaciones ni dilaciones nos pusimos manos a la obra, peinando escrupulosamente centímetro a centímetro, y en sus tres dimensiones, tanto la marquesina de la parada de autobús como todos los elementos del entorno urbano que allí se encontraban, en un radio de unos 10 mts a la redonda, ante el manifiesto estupor de algunos de los más madrugadores vecinos de la villa que allí en la plaza se encontraban. Constatada la desaparición del cache, procedimos a su reposición utilizando para ello el recipiente original que se escondió en la estación fantasma "La Jarosa - Zona 0" que nunca llegamos a visitar en el Geocaching Arena 2007, y que Seekmuch todavía conservaba en el coche. Así pues, salimos desde Campo Real con rumbo a Mondejar para iniciar la búsqueda de la bonita serie de caches del "Tren del Tajuña".

El primero de los caches de la serie que visitamos fue este, situado casi a medio camino entre Ambite y Mondejar. No sé si fue por falta de profesionalidad y delegar toda la responsabilidad en Tomtom; que siempre nos conducía en la aproximación por caminos privados, o quizás por exceso de confianza en la cartografía; que nos indicaba un camino que no existe, el caso es que, efectivamente, utilizamos una de las peores aproximaciones posibles, concretamente desde la pista que sale desde el pequeño descampado bajo el viaducto de la plataforma de la vía, muy cerca ya de Mondejar, pero que por contrapartida nos brindó un divertido trayecto en 4x4 "fuera de carretera" e incluso algún tramo "fuera de camino", que nos dejó en torno a 1 km de distancia del cache.

Terminamos a pie tras bajar con sumo cuidado una pronunciada ladera entre encinas y un bonito sotobosque mediterráneo. A medida que nos aproximamos a la vieja trinchera de la vía vimos como al otro lado de la misma se perfilaba la inconfundible silueta del KDJ de El Maestro que ya llevaba un rato esperándonos (a pesar de que salió muy rezagado de Campo Real).

Una vez accedimos al interior de la trinchera y firmamos en el cache, y con el fin de hacer más confortable el regreso a los coches, decidimos ir todos los conductores en un sólo coche a buscar el resto de vehículos. El Maestro aprovechó para impartirnos una magistral lección de conducción 4x4 con el KDJ, a la que atendimos con entusiasmo y fervor, primero con un cambio de sentido en una exigua senda que haría volcar a un tanque, y después superando un montículo que a mucha gente le resultaría muy difícil superarlo a pie, para terminar con una escapatoria magistral de una pista cerrada con piedras que le dejó en segunda posición del grupo, aún habiendo salido el último del punto de reunión.

Encontramos el segundo cache de la serie del Tajuña tras un breve trayecto por carretera de ida y vuelta para recoger al resto del grupo, que esperaba a los conductores y sus respectivos vehículos unos kilómetros antes de llegar al puente de Mondejar. Una vez que ya todos nos reunimos bajo el viaducto, subimos cuidadosamente a la plataforma de la vía donde localizamos y firmamos el cache sin mayores contratiempos. Finalizada la visita a este punto, proseguimos hacia Orusco pasando por Ambite para visitar el tercero de la serie.

Una vez en las inmediaciones de Ambite, y tras alguna incertidumbre para encontrar el camino bueno, por fin dimos con la pista de tierra que nos aproximaba en la dirección correcta hacia el cache. Así, circulando sin más por pistas y caminos, acabamos dentro de la vía verde sin superar señal alguna de prohibición de acceso, ni barrera o cadena que impidiera físicamente el paso, por lo que a mi me parece relativamente claro que la circulación de vehículos está permitida en ese tramo, y si no fuera así, la señalización es flagrantemente insuficiente para proteger el acceso a la vía verde.

Una vez en la zona del cache, la búsqueda se complicó un poco dada la similitud de las formaciones de rocas con la foto spoiler, pero finalmente los chicos dieron con el sin mayores problemas. Continuamos por la vía verde hasta llegar a Orusco, donde continuamos ya por carretera hacia nuestra próxima parada, Carabaña, población famosa por sus aguas medicinales.
Paramos brevemente para visitar el centro de la población de Carabaña y sus puntos de interés, La Iglesia de Nuestra Señora de La Asunción (s.XVI), la curiosa fuente Neoclásica edificada sobre un antiguo templo romano, así como el altar o ara romano en la Plaza de España, y el pilón de la Plaza de la Iglesia.
Una vez recopiladas todas las incógnitas nos dirigimos a la antigua Central eléctrica de Chavarri, encargada de suministrar energía al conjunto de las instalaciones de la planta embotelladora, y que ocupaba el lugar de un antiguo molino harinero.

Esta antigua central ha sido recientemente rehabilitada como restaurante, convirtiéndolo en un lugar muy interesante y agradable para probar bocado en este singular entorno de la vega. Tras obtener el último dato necesario para calcular la posición del cache, dimos un bonito paseo hasta su emplazamiento entre viñedos de variedad Merlot muy bien trabajados, después de lo cual, y merecidamente, no dejamos pasar la oportunidad de degustar unos sabrosos platos variados en el pintoresco restaurante para nuestro buen aprovechamiento y disfrute .

Tras acabar la visita al entorno de Carabaña, pusimos rumbo a la localidad de Morata de Tajuña para visitar primero el bonito Molino de la Huerta Angulo, un molino harinero de agua sobre el Río Tajuña datado en el s.XVI, y que ha sido recuperado en la actualidad como Museo de la Molinería tras pasar por un profundo proceso de restauración. Lo más peculiar del molino es su mecanismo, basado en la inmersión de una turbina en el canal, en lugar de las tradicionales ruedas de palas.
La visita al museo es extraordinariamente recomendable pues se puede encontrar el mecanismo principal restaurado, así como una amplia documentación y fotografías del proceso de rehabilitación.
Encontramos el cache escondido aquí sin mayores complicaciones y pusimos rumbo a nuestro próximo destino, la vía verde del Tajuña hacia la Estación de Cornicabra.

Esta vez accedimos sin grandes complicaciones a la zona de la vía verde desde las afueras de Morata de Tajuña. Dejamos los vehículos en el bien acondicionado aparcamiento que ya da acceso a la pista recuperada, donde así mismo se ha habilitado un pequeño pero llamativo helipuerto. Tras un bonito paseo por este tramo de la vía, en perfectas condiciones de recuperación, y muy transitado hoy por los numerosos paisanos que disfrutaban de esta bonita tarde de domingo, dimos con el cache sin mayores problemas entre las ruinas de las edificaciones de servicio de la cantera que aquí hubo tiempo atrás. Y con esta visita, conseguimos todas las variables que necesitábamos para resolver la ubicación del último cache de la serie.
Fue muy curioso comprobar que el último cache de la serie se encontraba a muy pocos metros del lugar que habíamos elegido para quedar por la mañana al inicio de este peculiar periplo. Así que nos acercamos lo máximo posible en coche para terminar a pie los últimos metros, ya dentro del entorno del parque de la Laguna del Campillo, lo que también dio pie a que algunos de los asistentes pudieran visitar de manera inesperada este otro brillante cache, que ya casi puede considerarse como uno de los clásicos de Madrid.
Las coordenadas nos dirigían indudablemente hacia el espectacular viejo puente ferroviario de hierro sobre el Río Jarama, que tan familiar nos resultaba ya a alguno de nosotros. Al hilo de esto, es muy recomendable visitar el Museo del Ferrocarril de Arganda, en el que por un módico precio es posible montar en un autentico tren de Vapor, llamado "Arganda", que hace un recorrido turístico por los alrededores de la Laguna del Campillo, pasando por este puente. Es el único tramo del tren del Tajuña que sigue en funcionamiento gracias a la asociación “Vapor Madrid”

Como anécdota curiosa encontramos una película de video VHS con la carcasa de "Las Minas del Rey Salomón" escondida a pocos centímetros del cache, que nos causó cierta incertidumbre. Felicidades a ITerMaI por su cache número 400 en este mismo punto, y también aprovecho para felicitar desde aquí, de una manera muy especial a Cherokee y Nahane por la extraordinaria jornada que nos han deparado visitando estos interesantísimos parajes que nos depara el recorrido de la Vía Verde del Tajuña, así como el extraordinario trabajo de documentación y divulgación asociado.

Tras finalizar la serie del Tajuña algunos de los miembros de la expedición optaron por regresar a casa, sin que el resto dudara por un momento en visitar este seductor cache de la Dehesa de El Carrascal, en las inmediaciones de Arganda del Rey. Se trata de un parque extraordinariamente bonito y cautivador, donde se puede encontrar un último reducto de la vegetación autóctona de la zona Sureste de la Comunidad de Madrid, concretamente el llamado bosque esclerófilo mediterráneo o encinar manchego, dominado por la encina (Quercus ilex subsp. ballota), a la que acompaña la coscoja (Quercus coccifera) y también el quejigo (Quercus faginea), éste último en zonas de vaguada más húmedas. Las tres especies del género Quercus se distinguen fácilmente tanto por sus hojas como por las bellotas.

Llegados a este lugar iniciamos la búsqueda del cache. Tras las incertidumbres iniciales en la interpretación del panel, nos fuimos al quinto pino y tras buscar hasta debajo de las piedras conseguimos descubrir la localización final del cache. El planteamiento sencillo, fácil, y extraordinariamente original, en un entorno interesante, bello y desconocido, en mi opinión convierte a este cache en una obra maestra.

Y tras el paseo por el parque de la Dehesa de El Carrascal, atacamos el cache "Vistas a Arganda", que hacía el 10º found de la jornada y cache visitado nº11 para vxon_kitt, Hagall y para mi. La aproximación se nos complicó un poco por no estar lo suficientemente atentos a los caminos que se abrían a nuestro paso, pero finalmente dimos con un lugar suficientemente bueno para acabar de coronar a pie, y por cierto a gran velocidad (6-6,5 Kph) el tramo de relevante pendiente ascendente hacia la cumbre del pequeño cerrete. La nocturnidad fue un ingrediente interesante en esta búsqueda, que en este caso nos brindó una bella vista nocturna de Arganda. Un error en el conteo y cálculo de coordenadas nos llevó a un lugar alejado y poco adecuado para esconder un cache. Así pues, tras consumir infructuosamente el comodín del público, utilizamos el comodín de la llamada, que ya sabemos que en el caso de Geocaching, nunca falla.
Y de este modo, a pocos minutos de las 19:40h, completábamos una apasionante, intensa y divertidísima jornada de geocaching aderezada con un poco de senderismo, de 4x4, de arte y de cultura por la Comarca de las Vegas del Sureste de Madrid.

6 comentarios:

Cherokee dijo...

Impaciente estoy ;)

Ruben dijo...

Ya somos dos, cherokee :)

Ruben dijo...

Al final, como era de prever, no defraudó :)

Gracias, Juande, por la crónica de la jornada, que siempre quedará a modo de recuerdo.

Complementando esta entrada con los logs de cada cache, ha quedado un resumen muy chulo.

MEugenia dijo...

Muy entretenido, interesante y detallado el relato, preciosas fotos :-) ...¿Seguro que todo esto fue en una sola jornada?
Besos

ABRAHAM LÓPEZ MORENO dijo...

Bonitas la Vias Verdes y esta en particular, además de bella muy bien narrada. Interesante post. Saludos desde "Jaén. Bella ciudad de luz".

pepis dijo...

jo que chulada, tendre que hacerla algun dia