jueves, 31 de julio de 2008

De vacaciones a Eslovenia (Día 2): Portoroz

Si el ambiente nocturno de Portoroz se mostraba animado y activo, no menos animada y activa se mostraba la ciudad desde por la mañana muy temprano. No en vano se trata probablemente de la ciudad costera de Eslovenia con más atractivo turístico por sus muy cuidadas infraestructuras, la calidad de sus hoteles, y su gran oferta de servicios.

Tras un contundente desayuno en el Hotel Riviera, donde nos alojábamos, bajamos muy temprano este Jueves, 31 de Julio de 2008, a la zona de playa para empezar a disfrutar de un día, que queríamos tomarnos con cierta relajación y descanso.

Es importante destacar que aquí las zonas de baño, como ocurre generalmente en toda la costa del Mar Adriático, distan mucho del modelo de grandes playas de arena dorada de las que solemos gustar en España.

Aquí es normal encontrar la línea de costa bien marcada y delimitada artificialmente con diques o plataformas de hormigón hasta el mismo borde del mar, a más puro estilo de los puertos deportivos que solemos encontrar en España. Se facilita el baño con escaleras metálicas desde el agua hasta estos muretes o plataformas de hormigón, o creando rampas también hormigonadas que nos ayuden a introducirnos lentamente hacia el mar.

También es muy típico encontrar larguísimos muelles de madera sobre pilastras de hormigón que desde las plataformas de costa se adentran en el mar, y donde los bañistas se establecen cómodamente tumbados sobre sus toallas, y donde también se ubican puestos de vigilancia y socorrismo, facilitándose la entrada y salida del mar mediante escaleritas metálicas habilitadas a tal efecto a lo largo de todo el muelle.

Una vez que uno prueba la limpieza y comodidad de este tipo de infraestructuras, puede llegar a convencerte más que la incómoda y en gran medida sucia playa de arena convencional a la que estamos acostumbrados. No obstante el esloveno tiene tan cuidado su oferta turística que también habilita espacios artificiales de arena, con sombrillas y tumbonas al más puro estilo mediterráneo para satisfacer todos los gustos y preferencias de los visitantes.

Así pues disfrutamos de una mañana tranquila y relajada en esta bonita zona de baño marítima y decidimos pasar la tarde en las instalaciones del Spa del hotel Riviera.

Cabe destacar la calidad de estas piscinas, con amplias zonas de baño creando diferentes ambientes (emulando incluso espacios naturales), con numerosos chorros para hidromasaje y diferentes entretenimientos acuáticos, incluyendo varios jacuzzis de los que no dudamos en dar provechoso uso.

Finalizamos el día con un bonito paseo nocturno por la ciudad y una contundente cena en uno de los numerosos y cuidados restaurantes de Portoroz, donde pasamos un rato muy divertido comentando las virtudes de los Patrol del año 87 y de cómo “panear” un plato de mejillones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, Juande. Las fotos de Eslovenia son preciosas, las de la gruta, imppresionantes, y las del mar y el spa, relajantes. Parece pues, muy recomendable la visita a este bello país. Nos vemos. Sonia.