domingo, 11 de noviembre de 2007

Ruta 4x4 desde Turleque al Castillo de Monreal

Pasaban diez minutos de las 9:00h del Sábado 10 de Noviembre de 2007 cuando en compañía de Luis nos poníamos en marcha a bordo de su "Frontera", tras un breve café en la cafetería Diana de Turleque, el lugar preferido para ello por los caceros, laboristas del campo, y demás tipos de madrugadores.

Tomamos el Camino del Cristo y al cabo de unos minutos, iniciando la bajada de la llamada "Sierra de Enmedio" aparece ante nuestros ojos, en la falda de la Sierra de Algodor, la Ermita del Cristo del Valle, bonito santuario barroco del s. XVII, levantada según la tradición, sobre un silo de una casa de labor donde unos peregrinos pintaron con rudimentarios medios una imagen en honor al Cristo de la Palma, o también llamado de Santiago.

Desde la Ermita continuamos hacia el cruce con la carretera de Tembleque a Mora (CM-410) atravesando por primera vez el Río Algodor por un vado asfaltado y sencillo junto al cual hubo un molino de los muchos que populaban este valle hasta el último cuarto del s.XX.

Salimos a la carretera, tomándola en dirección a Mora de Toledo, y nos volvemos a salir por el primer camino que nos sale a la derecha, para seguir acompañando durante unos kilómetros el cauce del Río Algodor por su margen izquierdo, ya en Término Municipal de Villanueva de Bogas. Nos encontramos con numerosas casa de labor en estado de ruína, alguna con edificaciones de singules formas.

En este tramo pasamos muy cerca del llamado Cerro de la Mazmorra, lugar donde se supone que alguna vez se alzó el Castillo de Bogas, fortaleza del s.XII perteneciente a la línea defensiva del Algodor, encomendado en parte a la Órden de Calatrava, y de la cual desafortunadamente no queda rastro.

Tras cruzar por debajo del puente de la carretera a Villanueva de Bogas, paso situado casi en el propio cauce del río, con muchas roderas que indican las posibles dificultades de este tramo en época de lluvia, llegamos a una encrucijada de caminos en la que encontramos numerosos vados sobre el Río Algodor, siendo el más descatable el puente que se encuentra entre el "Silo o Casa de Tellez" y los "Chalets de los Cazadores". Los vestigios sobre los que se alza el actual puente delatan un posible origen romano, quizá perteneciente a un tramo de la calzada que atravesaba estos lugares y de la cual quedan muy pocas señales. Existe junto a este puente un curioso entramado de muros de mampostería, que a primera vista parece que pudieran servir para modificar y manejar el cauce del río.

Proseguimos nuestra ruta por el "Camino de La Mancha", pista ancha y con buen firme, recientemente arreglada, por la que transitamos con velocidad alejándonos del cauce del río, para cruzar la carretera de Huerta de Valdecarábanos a Mora, y seguir durante algo más de un kilómetro hasta encontrar un pequeño vadeo sobre el Arroyo del Prado Redondo, que nos deja en la misma Ermita de San Marcos de Yegros (s. XII). Dicha Ermita se encuentra en absoluta ruina, siendo destacable la inscripción (poco legible), que habla sobre la "caridad" y sobre los "buenos", que corona una de las puertas de entrada. Relacionada con la Órden de Santiago, a la cual fueron cedidos estos terrenos para su repoblación, dice la sabiduría popular que en este lugar existía una horca donde se ejecutaban y se exhibían los cadáveres de los salteadores y delincuentes para escarmiento y muestra de ejemplar justicia.

Abandonamos ahora el "Camino de La Mancha" para tomar rumbo Norte, por el "Camino de Mora a Villamuelas". Atravesamos un par de fincas denominadas "Casas del Duque" y "Casas de Campo Rey" antes de adentrarnos en una bonita serrezuela de jaras, esparto, retamas y otro monte bajo, y donde abundan las perdices, conejos y liebres. Este tramo del Camino se corresponde con un tramo de la Ruta de Don Quijote, y tiene algunos pasos complicados para aquellos vehículos que nos dispongan de una altura libre del suelo generosa, hasta el punto que tenemos que bajarnos del coche para estudiar el terreno y la forma más adecuada de afrontar los obstáculos.

Esta parte más técnica de la ruta tiene su colofón en el "Vado de Las Calesas", uno de los pasos naturales del Algodor que se ha venido utilizando ancestralmente, y que en la actualidad la ruta del Quijote ha sabido recuperar inteligentemente, con la construcción de un puente de madera para el paso a pie o en bicicleta, pero manteniendo el vado natural para el paso de vehículos.


Una vez superado el vado, la pista se ensancha y se hace más cómoda, por lo cual superamos rápidamente las "Casas del Coto" y nos dirigimos con ritmo vivo hacia el Embalse del Castro. Lamentablemente tuvimos que alterar la aproximación al Embalse debido a que los caminos que habíamos previsto para ello de acuerdo a la cartografía se encontraban prohibidos al paso por los propietarios de la finca y con barreras a tal efecto. No obstante acabamos saliéndonos del camino que traímos, poniendo rumbo hacia el suroeste por la primera pista ubicada fuera de la finca, y llegamos enseguida a este pequeño y apacible embalse, donde paramos unos minutos en compañía de algunos paisanos que dedicaban la jornada a la pesca.


Proseguimos hasta Villamuelas, donde tras un breve recorrido por el núcleo urbano nos salimos por el "Camino del Carrilejo", también en muy buen estado, y por el que transitamos hasta llegar a un punto en el que las ortofotos no me daban mucha confianza de que pudiéramos continuar, concretamente a la altura donde este camino corta al oleoducto "Rota-Zaragoza". Afortunadamente esta maraña de pistas están suficientemente marcadas y son transitables, por lo que podemos proseguir sin mayor novedad hasta las bodegas abandonadas próximas a la estación de tren de Huerta de Valdecarábanos. Destaca de este conjunto los restos de un horno, los depósitos de agua y el pozo que peligrósamente sigue abierto, así como los conos de fermentación, en buen estado de conservación.

Salimos ahora a la Carretera (CM-4005) durante unos metros en dirección a Huerta, para buscar escapatoria por el primer camino que nos permite la salida hacia nuestra derecha. Tenemos que dirigirnos hacia el Este, buscando el Castillo de Monreal como destino, no obstante al no existir camino alguno que siga de manera uniforme esta dirección, tenemos que avanzar zig-zagueando entre la maraña de pistas, todas ella en buen estado general, que hace que rápidamente alcancemos nuestro último punto de interés. El Castillo de Monreal se muestra ruinoso pero imponente ante nosotros tras franquear por el Oeste, circulando por el "Camino de La Atalaya", la mesa que protege dicho flanco de la fortaleza.



Acabamos la ruta en la intersección con la Carretera TO-2041-V, donde damos por finalizada la jornada todoterreno, y retomamos el asfalto en dirección a Villanueva de Bogas primero, para acabar finalmente en Turleque.

2 comentarios:

spepectro dijo...

Parece una ruta interesante y además por unas bonitas tierras y no menos maravillosos paisajes.

Una buena forma de pasar un buen fin de semana.

Habrá que probarlo.

"Dura-lex sed lex" es una fabrica de vasos dijo...

Bonito relato y buena elección de ruta, aunque discrepo con el coche elegido. Son caminos fantasticos para un Suzuki o TT más pequeño 8sobre todo el paso de las calesas)

Soy de la zona y la tengo, cre, bastante trillada. Hay partes muy muy próximas que son fantasticas y has dejado de lado, quinterias, bosques de olivos centenarios, etc, así como construcciones muy interesantes que, tambien, se os escaparon. Por cierto, ¿de donde sacas que San Marcos es del Siglo XII? no vas descaminado respecto a la aparición de lso santiaguistas allí, pero otra cosa es la construcción, que, me temo, es algunos siglos posteriores.

Por lo demás, enhorabuena. Has disfrutado conscientemente de una zona preciosa y muy interesante.